-Y es ahí cuando te das cuenta de que va pasando el tiempo y empiezas a sentir un gran vacío dentro de ti, y es que cuando realmente pierdes a la persona que quieres, lo ves todo nublado y no te llegas a dar cuenta de que lo has perdido o dejas de perder. Por eso, cuando ya llevas días recapacitando y pensando, es ahí cuando te das cuenta de que le necesitas, que le empiezas a hechas de menos. Sus llamadas perdidas, en las que te ponías contenta cuando sonaba exclusivamente esa canción que tenías para cuando te llamaba, sus besos en el cuello, en la que se te ponía la carne de gallina, sus "te quiero", en los que te aparecía una sonrisa de oreja a oreja, sus abrazos, en los que se te saltaban las lágrimas por miedo a perderle. Pero así es la vida, nada es para siempre.
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