martes, 22 de noviembre de 2011

me da igual todo, yo te quiero A TÍ

Cuando te vi, sinceramente, me pareciste mas bien del monton. Quizá asta del monton para abajo. En cambio yo te vi mirarme. Me miraste con hambre. Sí, con hambre. Como si quisieras comerme. De no verte nunca empecé a verte en todos los lugares, tu nombre sonaba en todas mis combersaciones. Sentía como si me siguieras. Y nosé muy bien cuando fue. Si fué una mañana al despertarme o fué después de comer. Pero me di cuenta de que te quería. Que irónico ¿no? Ahí empezó mi condena, mi condena contigo. Porque viste que te ahorrabas el cazar a la presa, comida facil ¿no? Fácil y rápida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario